tum0719En combinación con granito doméstico u otras piedras duras, las fibras de carbono permiten materiales de construcción y materiales de construcción completamente nuevos. Los cálculos teóricos muestran que si las fibras de carbono están hechas de aceite de algas, la producción de materiales innovadores elimina más dióxido de carbono de la atmósfera de lo que se libera. Un proyecto de investigación dirigido por la Universidad Técnica de Múnich (TUM) ahora está para avanzar en estas tecnologías.

El último Informe sobre el clima mundial (Informe especial del IPCC sobre el calentamiento global de 1.5 ° C) clasifica los procesos de fabricación que consumen más dióxido de carbono del que liberan como una opción importante para controlar el cambio climático. El objetivo del proyecto recientemente iniciado titulado “Green Carbon” es desarrollar procesos de fabricación a base de algas para polímeros y materiales de construcción ligeros a base de fibra de carbono que puedan utilizarse en las industrias de la aviación y la automoción, por ejemplo.

El desarrollo de los distintos procesos va acompañado de análisis tecnológicos, económicos y de sostenibilidad. El Ministerio Federal de Educación e Investigación (BMBF) financia el trabajo de investigación de la TU Munich con alrededor de 6,5 millones de euros.

Debido a su rápido crecimiento, las microalgas, tal como se cultivan en el centro técnico de algas único en el mundo en el campus Ludwig Bölkow de la TU Munich, pueden liberar el gas de efecto invernadero CO2 Almacenar activamente en forma de biomasa. CO2 se une en forma de azúcares y aceite de algas. Con los procesos químicos y biotecnológicos se pueden obtener materias primas para una amplia variedad de procesos industriales.

Las levaduras oleaginosas, por ejemplo, producen aceite de levadura a partir de azúcares de algas, una materia prima para plásticos sostenibles. Además, el aceite de levadura se puede descomponer enzimáticamente en glicerina y ácidos grasos libres. Los ácidos grasos libres son el material de partida para otros productos, incluidos los aditivos de alta calidad para lubricantes; la glicerina se puede convertir en fibras de carbono.

En el curso posterior del proyecto, los plásticos se combinarán con las fibras de carbono para formar los materiales compuestos correspondientes. “Las fibras de carbono hechas de algas son absolutamente idénticas a las fibras que se utilizan actualmente en la industria”, dice el director del proyecto Thomas Brück, profesor de biotecnología sintética en la Universidad Técnica de Munich. "Por lo tanto, pueden utilizarse para todos los procesos estándar en la construcción de aviones y automóviles".

Además, se pueden producir nuevos tipos de materiales de construcción a partir de fibras de carbono y piedra dura mediante un proceso del socio industrial Technocarbon Technologies. Simplemente no tienes un CO negativo2-Equilibrado, pero es más ligero que el aluminio y más estable que el acero.